El papel de los movimientos estudiantiles en la lucha Latinoamericana

UNIVERSIDAD DE CUENCA
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
PSICOLOGÍA SOCIAL

El papel de los movimientos estudiantiles en la lucha Latinoamericana
“La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo” Freire,P.
Las luchas de los movimientos estudiantiles han tenido un gran impacto, en la sociedad Latinoamericana, como una fuerza social y política. Los movimientos se formaron en los distintos países con un mismo fin, buscar la igualdad, la justicia,el cambio ante aquel sistema capitalista dominante, por aquello hay que resaltar el papel protagónico de los estudiantes como actores centrales en las reivindicaciones sociales en el mundo entero. En Latinoamérica en los siglos XX y XXI se ven más victorias que derrotas, en cuanto a las luchas, ya que tienen por característica la acción colectiva, la participación y sobre todo los gobiernos corruptos  a quienes reclamar e imponer justicia de forma histórica. Desde siempre se a buscado atropellar los derechos de todo el pueblo Latinoamericano, con gobiernos corruptos que siguen las imposiciones de grandes potencias y sus beneficios. (Meyer, J. 2008)
 Ecuador, Chile, Argentina, México, Colombia y Brasil, han sido un ejemplo claro de lucha en los últimos años. Los movimientos estudiantiles con la reforma estudiantil  en el siglo XX en Córdoba, Argentina fueron unos de los inicios más importantes e influyentes de las movilizaciones Latinoamericanas, consiguiendo así que los jóvenes cordobeses pugnarán y lograran establecer las bases de la universidad estudiantil en las decisiones universitarias y la independencia del gobierno de la institución de educación superior de más historia en Argentina, la de Córdoba. 
En México los movimientos estudiantiles en 1968, se creó el movimiento, con el llamado del Consejo Nacional de Huelga con la participación de estudiantes de universidades más importantes como la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional, pero tuvo gran éxito que se integraron jóvenes de otras universidades, obreros, profesores, quienes salieron a las calles a hacer sentir su voz de protesta por las crisis económicas y el autoritarismo del gobierno de turno. El 2 de octubre fue una fecha más violenta de las protestas, fueron asesinados policías, militares, aproximadamente 1500 estudiantes, y en general la protestantes fueron reprimidos y torturados. Así mismo, en Chile se produjo luchas que quedaron marcadas para la historia entre 1967 y 1973 con el objeto de conseguir  extensión y autonomía universitaria con la derogatoria de la reforma estudiantil. Durante esta época se consiguió reformas en la cultura académica y muchas veces cogobierno de las universidades, sin embargo las luchas se dieron en el gobierno de Augusto Pinochet, que persiguió a jóvenes líderes estudiantiles, intervino militarmente las universidades, aplicó la tortura, la desaparición violentando fuertemente los derechos que les pertenecía. En Brasil en el año 1968 se dio una de las movilizaciones concurridas por parte de los estudiantes, docentes, ilustrados, artistas, entre otros, que estaba en contra de la dictadura política, la defensa de la autonomía universitaria que expresaban en la exigencia de que hubiera participación estudiantil con el gobierno universitario a través de iniciativas como la de conformar “comisiones paritarias” que busque una democratización y una educación universitaria de calidad.  En Colombia en 1964 se dio una de las más icónicas marchas estudiantiles, con cerca de 500.000 personas, consiguiendo una mayor representación de la asambleas estudiantiles en toma de decisiones, mejoramiento de la calidad, eficiencia del profesorado, y una reforma de los estatutos generales de la universidad. 
En Ecuador el 6 de diciembre de 1942, distintos segmentos de la población ecuatoriana se movilizaron entre ellos los estudiantes que estaba comandados por la FEUE nacional, rechazando al imperialismo, la oligarquía, esta protesta sentó bases sólidas para las próximas movilizaciones estudiantiles. En esa época distintos partidos de derecha trataron de desprestigiar y criminalizar la lucha estudiantil, a la FEUE (tal acción fue enarbolada por Febres Cordero que calificó a las Universidades públicas como madrigueras de terroristas y cuna de guerrilleros); e incluso tal desprecio significó que asesinaran a líderes estudiantiles y populares de la talla de Milton Reyes Reyes, eterno Presidente de la FEUE (Sharupi, 2014).

En todas estas luchas estudiantiles se ve ejemplificado las grandes teorías desarrolladas en la psicología social, como es la Pedagogía de liberación de Paulo Freire, en donde mediante el concepto de concientización busca el cambio o transformación social y personal de los oprimidos, mediante la alfabetización verdadera, la educación liberadora en donde los individuos comprendan y recreen interna y personalmente la realidad al tiempo que esta se transforma, dejando así de lado las cadenas opresoras por un proceso de concientización por medio de la educación intercultural que hace hincapié en la necesidad de recrear y adaptar diversas tradiciones pedagógicas que han tenido siempre claro que para educar a las personas hay que conocerlas, respetarlas y acogerse a su diversidad. (Paiva, A. 2004)

Boaventura Santos habla sobre la educación superior y manifiesta que la universidad puede ser un campo donde realmente se puede pensar cómo articular la resistencia y por eso es un blanco del neoliberalismo. Por aquello en su ecología de saberes el propone que tenemos que reinterpretar el mundo para poder cambiarlo, con nuevos y mejores saberes que los occidentales, ya que por más preciado no es el único. Hay una pluralidad de conocimientos que la universidad no tuvo en cuenta porque si bien se pudo democratizar un poco, no se descoloniza en forma total. Por todo aquello debemos buscar un cambio desde nuestros propios sistemas educativos. (Souza, S. 2019)
La teología de la liberación también tiene un papel importante, ya que habla sobre el cambio social, la lucha contra la pobreza y el subdesarrollo con la lucha antiimperialista y anticapitalista. Se trata de superar las causas estructurales de la injusticia social. Donde busca levantar a los oprimidos hacia su propio empoderamiento y lucha por sus derechos, actualmente se a dado una disminución de involucramiento en especial en los jóvenes y estas teologías nos despiertan hacia la lucha y el cambio social. (Soto, O. 2018)
DESARROLLO
Ecuador no a estado fuera de las luchas o movimientos estudiantiles en contra de los gobiernos corruptos y sus leyes, La historia del movimiento local se remonta al siglo XIX. Hay registros de protestas desde 1880 cuando estudiantes de la Universidad Central, en Quito, se manifestaron contra Ignacio Veintimilla por la destitución de profesores. Además, han participado en huelgas, paros y hasta en derrocamientos de presidentes. Antes los colectivos universitarios tenían gran peso en la política nacional, situación muy diferente a la actual, ya que las organizaciones estudiantiles se han ido debilitando, esto debido a la división del movimiento, reglamentos dispuestos por los diferentes gobiernos que no permiten actividades políticas en recintos educativos y la privatización de la educación. Entre los eventos más importantes no hay que olvidar la masacre estudiantil del 29 de Mayo de 1969 en Guayaquil en el Velasquismo, en donde líderes estudiantiles reclamaban una democratización de la educación superior, en donde se cometió un terrible acto de brutalidad que terminó con la vida de 30 jóvenes y 140 casos de tortura, todo ello logró el libre acceso a la universidad, seguidamente existió la participación de los movimientos estudiantiles en marchas por causas justas, hasta el Gobierno de Rafael Correa que debilitó por completo los movimientos FEUE, y la lucha activa en los jóvenes, pues existían fuertes represiones, hasta el actual acontecimiento de paro nacional por el decreto 883, en donde después de muchísimos años de calma, los distintos movimientos alzaron su voz en defensa, en este caso el movimiento estudiantil tuvo gran impacto, ya que gran cantidad de estudiantes de todo el país salieron a las calles a marchar por el derogamiento del decreto y las injusticias y malestar por el actual gobierno, en donde hubieron represiones sumamente violentas por parte de policías y militares hacia los jóvenes, volviendo así de cierta forma el espíritu de lucha que se mantenía callado por parte de los estudiantes ecuatorianos. Una lucha que se debe mantener activa y que no debe volver a apagarse nunca. (Zambrano, R. 2019) 
CHILE 
Durante la segunda mitad de los años sesenta, las ocho universidades que componían el sistema universitario chileno experimentaron un profundo cambio conocido como reforma universitaria. Está estableció una nueva estructura de autoridad y poder que permitió la participación de la comunidad universitaria en el gobierno y  busco una mejor inserción de éstas por lograr el desarrollo y la modernización del país. Entre 1967 y 1968 todas las universidades se encontraban inmersas en el proceso de reforma universitaria y las huelgas comenzaron, la reforma universitaria en Chile fue suspendida en la dictadura de 1973, la intervención militar de las universidades, a depurar a los docentes por razones políticas, a eliminar centros universitarios en el área de las ciencias sociales y a prescindir de las organizaciones estudiantiles representativas. Seguidamente durante los primeros años de la década de 1980, el movimiento estudiantil se comenzó a afianzar y dio muestras de ser un actor fundamental en la oposición a la dictadura y sus luchas interminables por los distintos actores. La lucha de los estudiantes se centró en recuperar la democracia, el término de los rectores designados y el rechazo a la discriminación económica en las universidades. El movimiento de los pingüinos es uno de los más significativos, en el año 2006, reclamaban la crisis aguda en la educación chilena y un colapso total en el sistema público. El movimiento contó con la cercanía y simpatía de casi todos los sectores sociales del país. Después de algunas manifestaciones de cierta consideración en los últimos años del gobierno los estudiantes secundarios iniciaron, marchas y protestas por la gratuidad del pase escolar y por la disminución del valor de inscripción de la Prueba de Selección Universitaria (PSU), la memoria histórica de Chile a estado llena de dictaduras que han reprimido de la forma más violenta a millones de Chilenos que han buscado luchar por una equidad y justicia, encontrando la tortura, muerte y desaparición, aún así la lucha sigue activa y más fuerte que nunca buscando la reivindicación de los sistemas capitalistas que han estado al mando del país, y se han dejado ver como naturales, haciendo creer al mundo entero que todo está bien y son un modelo a seguir cuando la realidad es muy diferente, tal es el ejemplo de la última movilización Chilena este noviembre, que tuvo fuertes repercusiones, en donde asociaciones como el Colegio de Profesores y la Unión Portuaria de Chile y organizaciones estudiantiles como la ACES y la FECH, salieron a marchar para poner un freno a la profundización del modelo neoliberal que ha desmantelado los derechos sociales convirtiendo en mercancía todos los aspectos de subida, en donde a través de la lucha quieren liderar la transformación social, que sus abuelos y padres desde siempre han proclamado, sin duda la historia de lucha Chilena es una de las más fuertes y significativas a nivel Latinoamericano.  (Cuadra, M. 2008) 
ARGENTINA
Argentina tampoco pasa desapercibida de los gobiernos corruptos y sus atentados y dictaduras contra la integridad de su gente, Tal es el ejemplo de Córdoba, mediados de 1918, los estudiantes cordobeses tomaron por asalto la asamblea universitaria donde los dirigentes clericales elegían su rector y arrojaron por la ventana del salón a varios académicos. Fue el comienzo de la Reforma Universitaria, un acontecimiento de impacto continental que cataliza esfuerzos previos y lanzó a la política de izquierdas a numerosos grupos y personajes de toda América Latina. Sin olvidar el más terrible Dictador de todos los tiempos en la historia Argentina Jorge Rafael Videla, que llegó al poder a través de un golpe de estado iniciando una de las más sangrientas represiones del Cono Sur, y por tanto los jóvenes que en aquel entonces lucharon junto a otros movimientos por la caída de aquel estado, la resistencia estudiantil y popular fue poderosa, surgieron cuerpos de delegados y la Federación Universitaria Argentina (FUA), dividida entre los recuperados comunistas y socialistas  que tuvieron un papel protagónico en la lucha contra la dictadura que dio caza a todos los jóvenes, desapareciendolos después de torturarlos. La noche de lápices en donde se desaparecieron a líderes estudiantiles marcó un hito en la historia de la movilización Argentina Estudiantil. Los estudiantes argentinos tenían una larga tradición de luchas y organización política que se pretendía desterrar, En los 90 el gobierno de Carlos Menem, ataca sistemáticamente la educación pública donde planteó que la educación es un “servicio” y no un derecho, es resistida fuertemente por un movimiento de la juventud universitaria que se pone de pie contra estos ataques. A partir de 1999, se pretende recortar el presupuesto educativo en donde la reacción estudiantil no se hace esperar y estalla en fuertes movilizaciones contra los recortes. El movimiento triunfa en su lucha defensiva y evita la reducción del presupuesto, generando entusiasmo en el movimiento estudiantil que veía una primera victoria luego de décadas de derrotas. En el 2004 el gobierno retoma la ofensiva para acreditar múltiples carreras de grado a la CONEAU,  lo cual implicaba readecuaciones y recortes de los planes de estudio además de vaciamiento de contenido. El descontento estudiantil no se hizo esperar y comenzaron nuevamente las asambleas y movilizaciones. Actualmente la huelga de los docentes universitarios encendió la llama del movimiento estudiantil, que aunque se mantiene inactiva siempre debe estar pendiente y tiene por delante un enorme desafío, el de ser parte de una transformación radical de la sociedad junto a los trabajadores y el pueblo. (Facundo, M. 2018)
MÉXICO
Durante el tercer cuarto del siglo XX, México, como gran parte de América Latina, vivía momentos de profundo contraste. Por un lado, se encontraba en el mejor período en lo que se refiere al crecimiento económico, y, por otro lado, experimentaba momentos de agudas tensiones sociales. Esto no podía ser de otro modo, pues mientras los indicadores económicos mostraban un crecimiento sin par, amplios segmentos de los sectores populares se estaban empobreciendo En el campo educacional, el tercer cuarto del siglo XX también fue un período de contrastes y tensiones. Tanto en México como en América Latina se producía un crecimiento exponencial en la cobertura educacional, reflejado, entre otros indicadores, en el crecimiento sostenido de las partidas presupuestarias y en un aumento exponencial de la matrícula. De modo ilustrativo se apunta que en México, los fondos públicos destinados a la educación pasaron de representar un poco más del 10% del presupuesto total en 1950 a casi un 30% en 1970. Agregándole, a su vez, que entre estos mismos años, el número de estudiantes universitarios pasó de treinta mil a doscientos setenta mil. Con todo, debido al notable aumento que también experimentaba la población nacional, la cobertura escolar estuvo lejos de ser satisfactoria. En el movimiento estudiantil mexicano de 1968 convivieron dos grandes aproximaciones sobre los vínculos entre la educación y la transformación social: por un lado estaban quienes creían que la educación era fundamental para resolver los problemas de fondo de la sociedad, y, por el otro, estaban los que veían que -al menos en esa primera etapa, comprendida como de lucha por la liberación- no tenía mayor importancia (Donoso,2016).
COLOMBIA
El periodo comprendido entre 1980 y 1991, fue particularmente difícil, no sólo para los sectores estudiantiles, sino para la movilización social en general, debido a la fuerte ola de violencia que azotó al país, con particular crudeza a los sectores movilizados. Esta adversidad de alguna manera pudo haber dificultado –junto con las frecuentes pugnas políticas– la reagrupación de un movimiento cohesionado como el que se presentó en el año 1971, o la construcción de uno nuevo sobre la base de las preocupaciones contemporáneas en relación con la universidad, la educación, el país y el futuro mismo de la juventud (Rey, 2013). 
La estructura y organización del actual Movimiento Estudiantil en Colombia surge a través del conocimiento y análisis de la trayectoria histórica hecho por los estudiantes ante la emergencia de abordar y dar respuesta a la crisis insostenible de la educación en Colombia, brindándole un espacio de cambio estructural y organizacional, a los Movimientos Estudiantiles por medio de la unificación e integración de los estudiantes lo cual se materializa en la creación de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil MANE (Monroy, 2014).
El universo de las demandas suele comprender categorías que van desde los servicios de bienestar, los servicios públicos nacionales, la solidaridad interuniversitaria o con otros gremios, hasta las conmemoraciones de los héroes caídos o de eventos internacionales de relevancia para las luchas revolucionarias y, como ya se ha resaltado, las relacionadas con la política nacional. En el plano gremial, es decir, el que atañe al sistema de educación superior, se pueden enumerar las demandas por cobertura, autonomía, presupuesto e incluso el rechazo a la temida privatización del sistema (Monroy, 2014). En ese sentido, es necesario comprender que la acción colectiva guarda una estrecha relación con los movimientos sociales, puesto que la acción colectiva se refiere a comportamientos disfuncionales de un sistema, manifestando una inconformidad imperante en la sociedad que permiten emprender acciones para alcanzar un interés en común, a partir de esto se puede inferir que los movimientos sociales cobran vida en el momento en que se organizan y trascienden las barreras de la universidad y logran poner a los individuos de la sociedad a discutir sobre el tema de la educación en busca de otras reivindicaciones desde la esfera política, social, cultural y económica (Monroy, 2014).
BRASIL 
Para aprehender la manera como los manifestantes interpretaban la importancia de la educación en la transformación social, lo primero es reparar en que las diversas exigencias, presentes en el movimiento estudiantil de 1968, fueron resultado de la articulación de dos variables: una política y otra social. 1) La variable política refiere a que sus participantes estaban insertos en un contexto profundamente politizado que hacía que, al interior del mismo movimiento estudiantil, fuera posible distinguir dos grandes tendencias, una izquierda liberal y una izquierda socialista: la primera privilegiaba perspectivas reformistas para transformar la sociedad, no necesariamente cuestionaba el modelo económico imperante, sino más bien su puesta en práctica; mientras, la segunda se inclinaba a favor de posiciones rupturistas o revolucionarias que implicaban una modificación estructural del ordenamiento económico. 2) La variable social refiere a la confluencia, en el movimiento, de diversos actores sociales que, como es lógico, ponen su foco en lograr mejoras en espacios sociales diferenciados. Así, mientras para el estudiantado la universidad era un territorio a transformar, para los sectores medios ilustrados el campo de acción prioritario era la sociedad en su conjunto. El esquema que se presenta a continuación, en el cual se organizan las demandas del movimiento en función de su sustrato político y del espacio donde pretendían incidir, ayuda a comprender de mejor manera estas articulaciones (Donoso, 2018):
El esquema permite apreciar que las demandas del movimiento de 1968 no sólo se pueden agrupar en función de su dimensión política o educacional, una distinción poco usual pero que, desde el trabajo de la historiadora Flávia, se encuentra suficientemente asentada. También se pueden organizar en función de los sustratos políticos de las mismas, donde resguardar la autonomía universitaria y derribar a la dictadura se entienden como reivindicaciones que defendían, preferentemente, quienes integraban el ala liberal de la movilización; y democratizar la universidad y destruir al imperialismo se comprenden como exigencias sostenidas fundamentalmente por quienes conformaban el ala socialista de la misma (Donoso, 2018).
TEORÍAS-FREIRE-BARÓ-SANTOS
Han existido teorías que han tenido gran repercusión en la conciencia del colectivo Latinoamericano que impulsa el cambio y la lucha por una mejor nación, como la Pedagogía de Paulo Freire que habla de la educación como un acto político mediante un proceso de conocimiento, formación política, manifestación ética, búsqueda de belleza, capacitación científica y técnica. En donde impulsa la liberación y el desarrollo de la conciencia crítica en los jóvenes, en donde se enseñe una educación verdadera de libertad, en donde se muestre nuestra verdadera realidad, comenzando desde la relación de profesores y alumnos de igualdad y no una dicotomía entre educadores y educandos, una educación de interacción de ida y vuelta entre ambos que forje estudiantes curiosos y con incentivo de cambiar la libertad. (Smerling, T. 2015). Así también Boaventura Santos nos habla de una ecología de saberes que se enfoca en el ver más allá del sistema occidental que desde siempre nos ha regido,  asociada con la rigidez funcional y organizativa, con la relativa impermeabilidad a las presiones externas, el pensamiento ecológico, entendido como una contra-epistemología, reconoce la pluralidad de pensamientos heterogéneos, pluralidad de saberes, el mundo y nuestra propia cultura está llena de conocimientos valiosos que no tomamos en cuenta o no los vemos como verídicos o importantes, por este motivo es que Santos nos incentiva a la descolonización verdadera de la hegemonía y el apego hacia lo propio. (Santos, B. 2019). Finalmente hemos optado por la teología-psicología de la liberación ya que aunque teniendo el mismo fin que las otras teorías, la libertad y empoderamiento de los pueblos oprimidos, desde siempre buscando la dignidad del hombre. 
CONCLUSIÓN
Como podemos notar los movimientos estudiantiles han tenido un impacto vital en las luchas y transformaciones a lo largo de la historia Latinoamericana, en donde a pesar de los abusos de gobiernos tiránicos y asesinos más a prevalecido el deseo de lucha y cambio en los jóvenes, a pesar de las graves consecuencias que eso implicó en millones de torturados, desaparecidos y asesinados en toda Latinoamérica, no han logrado apagar la voz de millones que luchan contra el poder hegemónico y sus títeres que se encuentran a cargo del poder. Aunque la lucha estudiantil se a mantenido pasiva durante los últimos años, en estos últimos tiempos se a activado más fuerte que nunca, demostrando que este pueblo nunca se dará por vencido, y que aquella memoria histórica de aquellos que han muerto en la causa no a sido en vano. 
Los Movimientos Estudiantiles latinoamericanos históricamente han un poder alterno, no necesariamente formal, que les permita adquirir autonomía frente a las formas de vida y desarrollo humano, en donde uno de los ejes sea la vivencia de los derechos humanos y la eliminación de un estado opresor, por ende este se centra en la lucha social de estudiantes que partiendo de expresiones organizadas social y políticamente tienen una actuación determinante en la lucha por la autonomía en la educación pública y por la participación estudiantil en el gobierno, aspecto que determina un papel importante en la actuación e historia del Movimiento Estudiantil.
Por esta razón, la universidad y su papel en la formación social así como la estrecha relación con los componentes políticos y económicos de cada país, permite en consecuencia definir la situación de la universidad latinoamericana y comprender su función, objetivos y la naturaleza.
Por este motivo es importante dar cuenta las transformaciones que ha experimentado la educación latinoamericana, principalmente los cambios dados por los modelos de desarrollo económico y social que hicieron que la organización de los sistemas, las instituciones y sus cambios sean parte central en la participación de los alumnos en la construcción de la historia académica.

BIBLIOGRAFÍA


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